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Notas de prensa

La Universidad de Oviedo inviste como doctor ‘Honoris Causa’ al pedagogo Miguel Ángel Santos Guerra

El nuevo miembro del claustro de doctores, maestro de varias generaciones de profesores, alerta sobre el avance alarmante del fascismo en el mundo y llama a combatir la cultura neoliberal | El profesor Alejandro Rodríguez Martín, que ha realizado la ‘laudatio’, ensalza las palabras del nuevo ‘honoris’ sobre “l’impactu que les mayestres y los mayestros tienen nel conxuntu del sistema y, de mou especial, nes vides del alumnáu” | El rector Ignacio Villaverde subraya que Santos Guerra pasa a formar parte de ese selecto grupo de los que están en la vanguardia del saber: “Desde hoy, usted también se integra en esta comunidad de sabias y sabios” | El acto institucional, celebrado en el Paraninfo del Edificio Histórico, ha contado con una nutrida presencia de miembros de la comunidad universitaria y representantes institucionales | Santos Guerra atesora una extensa trayectoria en el campo de la educación; ha sido catedrático en la Universidad de Málaga, es autor de más de 100 libros y numerosos artículos especializados, y ha sido reconocido con numerosos premios y distinciones a lo largo de su carrera

El pedagogo leonés Miguel Ángel Santos Guerra, maestro de varias generaciones de profesores, ha sido investido este mediodía doctor Honoris Causa por la Universidad de Oviedo, en una ceremonia, celebrada en el Paraninfo del Edificio Histórico, que ha sido presidida por el rector Ignacio Villaverde y en la que ha ejercido como padrino Alejandro Rodríguez Martín, profesor del Departamento de Ciencias de la Educación de la universidad asturiana.

La ceremonia de investidura, en la que Santos Guerra ha recibido los atributos del honoris, ha contado con una amplia presencia de miembros de la comunidad universitaria y representantes institucionales. Han estado presentes, entre otras autoridades y además del equipo rectoral, la defensora universitaria, Isabel Viña; el consejero de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, Borja Sánchez; la consejera de Educación, Lydia Espina; la directora general de Universidad, Cristina González Morán; la vicepresidenta primera de la Junta General del Principado, Celia Fernández, y en representación de la Delegación del Gobierno, el director del Área de la Alta Inspección de Educación, José Antonio Fernández Espina.

Santos Guerra es un destacado educador español, nacido el 21 de agosto de 1942 en Grajal de Campos, provincia de León. Con una extensa trayectoria en el campo de la educación, es doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid, con premio extraordinario en 1980. Además, es diplomado en Psicología por la Universidad de Boston y en Cinematografía por la Universidad de Valladolid. A lo largo de su carrera, ha sido catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Málaga, donde también fue catedrático emérito desde 2013. Es autor de más de 100 libros y numerosos artículos especializados en temas educativos y ha sido reconocido por su contribución al bienestar emocional en América Latina. Ha recibido varios premios y distinciones a lo largo de su carrera, como el Premio Nacional sobre Ensayos de Educación, el Premio Nacional de Investigación, el Premio Andalucía de Investigación y la Medalla de Oro del Ateneo de Málaga, entre otros.

Elogio apasionado de la educación

El profesor Santos Guerra, durante su discurso de ingreso en el claustro de doctores de la Universidad de Oviedo, ha tenido palabras de agradecimiento para el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo, que propuso su distinción, y para el equipo de gobierno de la institución académica, que la respaldó unánimemente. Y también ha dedicado un recuerdo emocionado para su familia, colegas, estudiantado y para el profesor Alejandro Rodríguez Martín, encargado de la laudatio.  

El nuevo miembro del claustro de doctores ha centrado parte de su intervención en las diferencias, a veces inadvertidas, entre educación, instrucción, socialización y adoctrinamiento. “El concepto de educación se sustenta sobre dos pilares fundamentales: el pilar crítico y el pilar ético. El primero consiste en saber discernir, en saber pensar (no qué pensar). El segundo pilar es la ética. Sin valores no existe la educación”, ha subrayado.

Para el nuevo honoris, la dimensión ética de la educación es fundamental porque, según ha comentado, “no hay conocimiento útil si no nos hace mejores personas”. En este contexto, Santos Guerra ha destacado el papel que deben desempeñar las escuelas, las universidades y los profesionales que trabajan en ellas en la formación de ciudadanos críticos. “Pienso que, para realizar esta tarea que es la más hermosa, difícil e importante que se le ha encomendado al ser humano en la historia, hacen falta los mejores ciudadanos y ciudadanas del país”, ha resaltado. 

En un momento de su intervención, el nuevo miembro del claustro de doctores ha alertado sobre el avance alarmante del fascismo en el mundo y la necesidad de pararlo. “Hay que detenerlo, como educadores y educadoras, con una pedagogía crítica, ética, inclusiva, laica, feminista, democrática, participativa, comprometida, solidaria, ecológica, antifascista…”, ha subrayado. “De esa actividad educativa saldrán ciudadanos críticos y solidarios, capaces de analizar con rigor lo que sucede y de comprometerse con la construcción de una sociedad en la que podamos vivir todos y todas en igualdad. La educación no cambia el mundo, forma a las personas que van a cambiar el mundo, sostenía con acierto Paulo Freire”, ha añadido.

Santos Guerra ha llamado también a combatir la cultura neoliberal, en la que nos encontramos inmersos y que, según ha explicado, contradice todos los presupuestos de la educación. El individualismo exacerbado, la competitividad extrema, la obsesión por los resultados, la búsqueda de la eficacia a toda costa… “Esa cultura favorece la privatización de bienes y servicios. Si tienes dinero, tendrás educación y sanidad y seguridad y comunicación… Si no lo tienes, eres víctima de la mala suerte o de la falta de esfuerzo. La cultura neoliberal nos invita a olvidarnos de los desfavorecidos”, ha señalado. Frente a ello, el nuevo miembro del claustro universitario defiende que “los problemas importantes de la sociedad no tienen solución profunda ni en los despachos ministeriales, ni en las multinacionales, ni en los bancos, ni en los cuarteles, ni en las iglesias. Tienen solución en las escuelas”. 

El honoris ha terminado su intervención con una llamada al optimismo. “Enseñar no es solo una forma de ganarse la vida; es, sobre todo, una forma de ganar la vida de los otros. Es tan consustancial el optimismo a la educación como mojarse para el que va a nadar. Sin optimismo podemos ser buenos domadores perro no buenos educadores”, ha concluido.

El so mayor llegaú: la so escomanada producción científica

El nuevo miembro del claustro de doctores ha sido precedido en el uso de la palabra por el profesor Alejandro Rodríguez Martín, encargado de realizar la laudatio. Rodríguez Martín ha comentado, durante su intervención, la complejidad de ofrecer unas palabras a quien ha escrito tantas, con tanto acierto, con tanto impacto en el sistema educativo y con tanta emoción. Ha recordado el padrino la trayectoria vital del pedagogo distinguido que, aunque nacido en la comarca de Tierra de Campos, en León, tiene una gran vinculación con Asturias ya que, con tan solo 19 años, asumió como maestro tutor su primer grupo de niñas y niños en el Colegio Auseva de Oviedo. 

De él, ha dicho Rodríguez Martín, en unas palabras pronunciadas en asturiano, que “el so mayor llegaú ye la so escomanada producción científica centrada na evaluación, organización escolar, direición, participación, xéneru, formación del profesoráu, anovación educativa…”. Por subrayar algunos datos, el nuevo honoris tiene en su haber: más de 70 libros como autor único y más de 25 obras coordinadas, muchas publicadas en editoriales extranjeras; más de mil artículos en revistas, así como un artículo semanal en su blog El Adarve en el periódico La Opinión de Málaga; 98 prólogos de libros; 31 tesis doctorales dirigidas; estancias e diferentes universidades; ponente en números congresos; evaluador en la ANECA, la CNEAI, agencias autonómicas, organismos internacionales…

“Siempres qu’ún tien ocasión de lleer y/o sentir a Santos Guerra, elli tien pallabres d’aliendu, d’enfotu y de reconocencia hacia la profesión docente, asitiando a la formación inicial y permanente como dos exes claves pa meyorar el reconocimientu social, el valir personal y l’impactu que les mayestres y los mayestros tienen nel conxuntu del sistema y, de mou especial, nes vides del alumnáu”, ha mencionado. “Pa elli, el llabor de formación de docentes nun ha llendase namái a l’alquisición d’habilidaes téuniques empobinaes de mou esclusivu al «saber» o al «saber facer», sinón teniendo en cuenta tamién el diseñu, ellaboración y plantegamientu d’un currículum que tenga en cuenta, fundamentalmente, el «saber ser»”, ha añadido.

El profesor Rodríguez Martín, que ha repasado también parte de la extensa bibliografía del nuevo miembro del claustro de doctores, ha querido sintetizar en diez puntos el legado de este maestro de maestros:
“1.Si nun podéis facer lo qu’amáis, sí podéis amar lo que facéis.
2.Nun escaezáis que tais inxertos nuna comunidá educativa.
3.Enseñái a convivir y sei un exemplu constante.
4.Lleéi ensin parar, escribíi y compartíi lo fecho.
5.Averáivos a los que s’esfuercen y quieren meyorar, al empar que deprendéis de los errores. N’otres pallabres, que la esperiencia vos faiga meyores
6.Anovái con xacíu y nun vos esmolezáis énte los fracasos
7.Facéi autocrítica.
8.Ponéi un procuru especial col alumnáu que más vos necesita.
9.Sei persones positives y optimistes.
10.Nun escaezáis esta consigna: que la to escuela seya meyor porque tu trabayes nella.”

El encargado de la laudatio, que ha terminado su intervención con palabras de agradecimiento a todas las personas que han hecho posible este honoris, se ha dirigido cariñosamente a Santos Guerra, a quien ha definido como “leonés de nacimiento, malagueño de adopción y asturiano de corazón. Sigue con tu alegría, con tu pedagogía itinerante y, sobre todo, que el recuerdo de este acto ponga en valor lo mucho y bueno que has aportado a la Pedagogía y a las Ciencias de la Educación”.

Un selecto grupo a la vanguardia del saber

El rector Ignacio Villaverde, que ha cerrado el acto de investidura ha hecho hincapié en la enorme contribución de Santos Guerra a la paideia, término griego referido a la formación, a la educación y a la transmisión de valores. “Profesor Santos Guerra, ha dedicado su vida entera a la paideia, usted es heredero de los ideales de la cultura griega de la que todos somos deudores, del humanismo griego que a través de los siglos aún explica y da luz al anhelo de las mujeres y los hombres de ser mejores y más humanos, si es que se puede distinguir entre ambos”, ha subrayado Villaverde.

El rector, que ha recordado la frase de Santos Guerra “enseñad a convivir y sed un ejemplo constante”, ha resaltado que “la educación, la cultura, el saber, la paideia, el ser humano, no se adquieren, se viven”. “Qué misión tan hermosa a la par que titánica la de aquellos que han decidido consagrar su vida a custodiar y transmitir la paideia y el saber ser”, ha explicado. “Sin duda, profesor Santos Guerra sus aportaciones, su visión, su humanidad, constituyen ese faro tan necesario en estos días para entendernos, para saber ser, para escuchar y ser oídos. Para ser humanos, muy humanos”, ha enfatizado Villaverde.

Villaverde ha recordado que el nuevo miembro del claustro de doctores forma parte de ese selecto grupo de los que están en la vanguardia del saber. “Ser doctor honoris causa es la máxima expresión de agradecimiento de una universidad para quienes, no formando parte de su claustro, le han prestado servicios extraordinarios y relevantes. Así es en su caso, y se incorpora a un claustro lleno de grandes méritos”, ha comentado. “La Universidad de Oviedo se vanagloria de contar con investigadores e investigadoras de referencia internacional incuestionable en su campo de conocimiento. Desde hoy, usted también forma parte de esta comunidad de sabias y sabios. Estoy seguro de que contribuirá con su magisterio a que sigamos siendo una referencia científica de primer orden”, ha concluido el máximo responsable de la universidad asturiana.

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