Canvida Detección y la Universidad de Oviedo impulsan una unidad canina para la detección de la COVID-19
La iniciativa persigue detectar posibles positivos gracias a los canes, lo que reduciría el número de pruebas y ahorraría costes | El proyecto cuenta también con la participación de la FINBA, EDP Solidaria y el Ayuntamiento de Gijón
Perros adiestrados facilitarán, gracias a su olfato, la detección de enfermedades como la COVID-19. Este es el objetivo de la unidad canina presentada la semana pasada en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón. La presentación contó con la presencia, entre otras autoridades académicas, del director de la EPI, Juan Carlos Campo, y de los profesores José Manuel Sierra, Rocío Fernández Rodríguez y José Luis Cortizo, que participan en el proyecto.
La iniciativa, según explican estos docentes, surge de una colaboración previa promovida por la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado de Asturias (FINBA) entre la fundación Canvida y la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón para el desarrollo de equipamiento necesario para el entrenamiento de los perros en la detección de distintos tipos de sarcoma.
En el desarrollo de ese proyecto, que cuenta con el apoyo de EDF Solidaria y el Ayuntamiento de Gijón, se inició la pandemia de la COVID y los investigadores sopesaron la posibilidad de modificar el objetivo de la detección. "Si los perros pudiesen discriminar los posibles positivos, el número de pruebas se podría reducir significativamente con el consiguiente beneficio para el Sistema Nacional de Salud y un ahorro no solo en costes, sino también e importantísimo de tiempos", subrayan.
La Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón ha habilitado un espacio en los bajos del edificio departamental oeste nº 5, donde se cuenta con agua corriente y útiles de limpieza, una nevera para guardar las muestras, armarios para recogida de materiales, papel, guantes, pinzas y gasas utilizados para manipular las muestras.
Este nuevo espacio dispone también de soportes fijos para fases tempranas de entrenamiento, y una rueda de detección, motorizada, controlada desde un smartphone o tablet, con capacidad para seis muestras, cuyo giro está automatizado, y permite avanzar más rápidamente en los entrenamientos de los canes una vez estos superan las fases iniciales.
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