Un siglo convulso
La institución académica se ve afectada durante el siglo XX por dos acontecimientos históricos que marcan profundamente su desarrollo: la Revolución del 34 y la Guerra Civil. El siglo, que comienza con enormes pérdidas para la Universidad de Oviedo, culmina con una expansión consolidada en estudios y centros que se extienden desde la capital hasta los campus de Gijón y Mieres.
La universidad, pasto de las llamas
Las enseñanzas se concentraban en el viejo edificio universitario erigido a partir de 1574 y en el anejo pabellón de Ciencias, levantado en los primeros años del siglo XX. A este conjunto se añadía el Colegio de Niñas Huérfanas Recoletas y la adosada capilla de San Sebastián, erigida en la segunda mitad del siglo XVII y cedida a la Universidad por el ayuntamiento de la ciudad a fines del siglo XIX. El núcleo primitivo de la Universidad de Oviedo se completaba con el Colegio de San Gregorio, demolido al inicio del siglo XX, en cuyo solar se edificó la sede del Banco Asturiano. La mayor parte y la más valiosa de este primitivo campus universitario sufrió terribles daños el 13 de octubre de 1934, durante el levantamiento de los sindicatos y partidos de izquierdas contra el gobierno de la República. Solo el edificio de Ciencias se salvó de la destrucción. La universidad, como el resto de la ciudad, estaba en manos de los revolucionarios quienes hicieron del edificio un depósito de municiones. Ese mismo día, antes de que los revolucionarios abandonaran Oviedo, el fuego se apoderó del edificio universitario. A los enormes daños sufridos en el inmueble hubo que sumar la desaparición del patrimonio secular que la Universidad de Oviedo había ido atesorando desde su fundación, en los últimos años del siglo XVI, y desde la puesta en marcha de sus enseñanzas, en el año de 1608.
Las cicatrices de la Guerra Civil
Inmediatamente después de los sucesos de octubre de 1934, el Ministerio de Instrucción Pública tomó la determinación de acometer las obras de restauración del edificio universitario, para lo que encargó un proyecto al arquitecto José Avelino Díaz y Fernández-Omaña. Las obras se aprobaron con toda celeridad, el 22 de enero de 1935, y se vieron afectadas por el estallido de la Guerra Civil. Los impactos de cañones y de bombas de aviación produjeron importantes desperfectos en la construcción ya prácticamente rematada por lo que hubo que redactar nuevas memorias de reparación y llevar a cabo obras urgentes. Es destacable que la Universidad de Oviedo se instaló en el Casino de Navia mientras duró la Guerra Civil en Asturias. Con todos estos retrasos, el edificio principal no quedó habilitado hasta mediados de los años cuarenta, por lo que las clases y demás actividades académicas estaban repartidas por distintos edificios y pisos de Oviedo. También se reconstruyó el edificio del Colegio de Huérfanas Recoletas, aunque no la capilla de San Sebastián. Por lo que respecta al pabellón que albergaba la Facultad de Ciencias, hubo un proyecto para su restauración redactado en 1937. Se pensó instalar en él la Facultad de Filosofía y Letras mientras se acordaba construir un edificio para Facultad de Ciencias en el barrio de Llamaquique. Ese primitivo pabellón de Ciencias fue demolido finalmente en los años cincuenta y se construyó uno de nueva planta, según el proyecto de Francisco Casariego, concluido por Joaquín Cores.
La universidad adquirió, asimismo, numerosos bienes artísticos para recuperar el esplendor de la institución previo a los sucesos de 1934 y una exquisita biblioteca para reemplazar el antiguo establecimiento bibliográfico.
La expansión más allá de Oviedo
Una vez superado el peligro del traslado de los estudios universitarios a Santander, las autoridades pusieron en marcha la reconstrucción de la universidad y tomaron una serie de medidas que afectaron a la enseñanza. En 1939, se crea la Facultad de Filosofía y Letras, que se sumaba a las de Derecho y Ciencias, y se incorpora al distrito universitario de Oviedo la antigua Escuela de Veterinaria de León, convertida en Facultad en 1944. Asimismo, se vincularon a la universidad la Escuela de Administración Local y la Escuela Social. En 1958, se inauguraba en Llamaquique el edificio de la Facultad de Ciencias, primer centro que se separaba del núcleo universitario inicial, y que daba comienzo a un proceso expansivo que ha continuado prácticamente hasta nuestros días. A este edificio se sumaron otros en los distintos campus ovetenses, en el campus gijonés y en el de Mieres, para acoger las diferentes actividades docentes e investigadoras de la institución universitaria. La mayor parte de los edificios son de nueva planta, pero también se adquirieron inmuebles históricos de gran valor arquitectónico de los siglos XVIII, XIX y XX, entre los que destacan la ampliación del siglo XVIII del antiguo monasterio de San Vicente y el palacio de la familia Quirós Benavides.
Nuevos estudios y centros para nuevos tiempos
La gran eclosión de la Universidad de Oviedo se produjo en los años setenta del siglo XX. Por un lado, según lo establecido en la nueva Ley General de Educación de 1970, se incorporan a la Universidad centros hasta entonces ajenos a la misma, como las Escuelas Técnicas y las Profesionales, que en el caso de la Universidad de Oviedo eran la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas, la Escuela Profesional de Comercio y la Escuela de Magisterio en Oviedo, la Escuela de Peritos Industriales y la Escuela Profesional de Comercio en Gijón y la antigua Escuela de Capataces de Minas en Mieres. Por otro lado, nacen nuevos centros, la Facultad de Medicina, creada en 1968, fue el primero de ellos y le siguió la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, en 1975, con lo que aumenta la dispersión universitaria en relación al núcleo histórico inicial, a la vez que se masifica en muy pocos años el número de estudiantes.
En el año 1976 se crea la división de Filosofía y Ciencias de la Educación, con tres secciones: Filosofía, Psicología y Pedagogía.
En 1982, la Facultad de Filosofía y Letras se desgaja en tres facultades diferentes: Filosofía y Ciencias de la Educación, Filología y Geografía e Historia. Esta situación permanecerá hasta el año 2009 en el que vuelven a agruparse los tres centros de nuevo en la Facultad de Filosofía y Letras, con la excepción de Ciencias de la Educación que se había erigido como facultad en 1994, apenas tres años después de la conversión de la especialidad de Psicología en facultad independiente. Por acuerdo de Consejo de Gobierno de 22 de diciembre de 2009, se creó la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, en la que se integran la antigua Facultad de Ciencias de la Educación y la Escuela Universitaria de Magisterio.
Dentro de la Facultad de Ciencias, se puso en marcha en 1958 la Sección de Geología. La de Biología nació en 1961 con sede en León, que pertenecía entonces al distrito universitario de Oviedo. En 1968, acabaron creándose dos secciones dentro de la misma universidad, una de Biología General en Oviedo y otra de Biología Animal en León. Por orden ministerial de 5 de febrero de 1982, todas las secciones de la Facultad de Ciencias se convirtieron en centros independientes y así surgieron las facultades de Química, de Geología y de Biología.
En el campus gijonés se abrieron varios centros. Por un lado, en 1979, se establecía la oficialidad de la Escuela de Náutica de Gijón, que se convertirá posteriormente en Escuela Superior de la Marina Civil. La integración de esta en la Universidad de Oviedo, como ocurrió en toda España, se inicia con la ley 23/1988 de 28 de julio, para dar cumplimiento a lo que estaba previsto en la ley de Reforma Universitaria de 1983. Por otro lado, surge en 2010 la Escuela Politécnica de Ingeniería, resultado de la fusión de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Gijón con la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Informática y Telemática de Gijón y la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Gijón. En ese mismo año, también se fusionaron las Escuelas Universitarias de Empresariales y Relaciones Laborales que se convirtieron en Facultad de Economía y Empresa.
La Escuela de Ingeniería Técnica Minera de Mieres se convirtió en Escuela Universitaria de Ingenierías Técnicas, con las especialidades de Minas, Forestales y Topografía. A esas titulaciones se unió la Escuela Politécnica Superior Guillermo Schulz para impartir el segundo ciclo de Ingeniería Geológica, ya en el nuevo edificio del Campus de Mieres, que se había levantado en 2002. Todas las titulaciones impartidas en Mieres se integran finalmente en la nueva Escuela Politécnica en el año 2009.