La Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Oviedo luce desde hoy la placa que acredita su integración en los registros de la Fundación Docomomo Ibérico. El distintivo reconoce el valor arquitectónico del edificio, obra de Ignacio Álvarez Castelao y construido entre los años 1970 y 1974. El acto, impulsado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, ha estado presidido por el rector de la institución académica, Ignacio Villaverde, y ha contado con la presencia de la vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Cultural, María Pilar García Cuetos, y el vocal de Cultura y Patrimonio del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, José Ramón Fernández Vázquez de Prada.   

La colocación de esta placa informativa constituye una llamada de atención sobre un inmueble ya catalogado como histórico y que forma parte del patrimonio del siglo XX. La Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud fue, además, la primera construcción de la Universidad de Oviedo en el Campus de El Cristo. El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, ha celebrado el reconocimiento y ha destacado que este edificio “seguirá siendo el buque insignia y el elemento arquitectónico más destacado del futuro Campus de El Cristo”.

El máximo dirigente de la institución académica ha querido resaltar que la Universidad de Oviedo puede presumir de tres edificios diseñados por Ignacio Álvarez Castelao, “uno de los arquitectos más destacados del movimiento moderno en Asturias”. Se trata de las facultades de Geología y Medicina y Ciencias de la Salud, en Oviedo, y el primer edificio de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón.

La Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud

La Fundación Docomomo Ibérico destaca en su registro que el arquitecto asturiano Ignacio Álvarez Castelao proyectó este edificio una década después de su emblemática obra para la Facultad de Geología, con la que guarda ciertos rasgos comunes. Se trata de un conjunto formado por dos piezas volumétricas independientes y complementarias que, en este caso, se conectan a través de la planta baja y del primer piso. La organización resalta, por un lado, la planta circular del aulario, dividido en cuadrantes, de los que tres se dedican a aulas en gradería y uno alberga un vestíbulo, que sirve de distribuidor y cuenta con unas escaleras metálicas monumentales.

Entre ambos volúmenes existe un diálogo en la planta baja que, según destaca la Fundación Docomomo Ibérico, es común a muchos otros proyectos de Castelao. Se refleja, explica, en la combinación de materiales tradicionales y modernos, así como en el contraste entre la pesadez del ladrillo y el hormigón de los paramentos, y la ligereza y la esbeltez de las estructuras metálicas. 

Por su parte, el edificio de departamentos tiene una planta rectangular en forma de “L” y constituye un imponente bloque modular de nueve alturas, coronado en uno de sus lados por un cuerpo de hormigón visto en voladizo que alberga las salas de disección. Según su descripción, el volumen del aulario evoca movimiento mientras que el departamental refleja disciplina y, entre ambos, se establece un diálogo en la planta baja, en el enlace del cuerpo central organicista que contiene los accesos y el vestíbulo en torno a un patio.

En palabras de la vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Cultural de la Universidad de Oviedo, María Pilar García Cuetos, el arquitecto Ignacio Álvarez Castelao “utiliza elementos que dan un carácter muy particular al edificio y generan sorpresa en el espectador, como la estructura de hormigón volado que corona el edificio de departamentos”. Esa estructura es otra idea novedosa, ya que las salas de disección de las facultades de Medicina solían estar ubicadas en los bajos o en edificios aparte.

El valor de la placa Docomomo

La Fundación Docomomo Ibérico, de la que forma parte el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, representa a España y Portugal dentro de la organización internacional Docomomo, cuyo objetivo es estudiar y documentar la arquitectura del movimiento moderno con el fin de lograr su reconocimiento como parte de nuestra cultura del siglo XX, su proyección patrimonial y su conservación. 

Tanto el registro como la colocación de placas informativas como la que desde hoy luce la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud buscan poner en valor estas construcciones, que constituyen un patrimonio extenso y reciente y, por eso, resulta en ocasiones poco valorado por la sociedad. Las placas Docomomo se colocan en edificios paradigmáticos del pasado siglo para dar cuenta de su importancia y ponerlos en valor como parte del patrimonio arquitectónico que requiere especial atención.