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El rector elogia la colaboración entre empresa y universidad durante la festividad de Santa Catalina de Alejandría

Ignacio Villaverde preside la ceremonia de entrega de los premios fin de grado y mejor expediente académico a los egresados de la universidad asturiana | El máximo responsable de la institución invita a empresas e institucionales a facilitar a los egresados su inserción laboral con buenas ofertas de empleo y buenos sueldos | El rector rechaza el mantra de la universidad como fábrica de parados y destaca que “ni perdemos tanto talento ni hay una brecha tan profunda entre lo que egresa la universidad y lo que demanda el entorno socioeconómico”

La universidad y la empresa, en Asturias, se entienden, se comprenden y trabajan bien juntas. Este ha sido uno de los mensajes principales de la intervención del rector Ignacio Villaverde durante la celebración del solemne acto de Santa Catalina de Alejandría que ha tenido lugar en la sala general de la biblioteca y ha culminado con la entrega de los premios fin de grado y premio al mejor expediente académico de la Universidad de Oviedo Unicaja Banco, que ha recaído en el alumno de la Facultad de Biología Antonio García-Bernardo Tartiere. 

El rector, que ha centrado el grueso de su intervención en el alumnado, ha comenzado su alocución dirigiéndose a los 58 estudiantes premiados, a quienes ha calificado como “las personas más sobresalientes entre un estudiantado sobresaliente”. A ellos, les ha trasladado Villaverde el compromiso de la universidad con el conocimiento. “Saber más nos permitirá pensar mejor. Nuestra misión como universidad es agrandar ese conocimiento y que ese conocimiento nos haga mejores”, les ha manifestado.

El máximo responsable de la universidad asturiana les ha recordado a los estudiantes que, con motivo de la reciente visita de una delegación de la institución académica a Harvard, tuvo ocasión de volver escuchar el discurso inaugural pronunciado por su nueva presidenta, la profesora Claudine Gay. En su intervención, la rectora afirmó que la esencia de una universidad es preguntarse siempre ¿por qué? Y, quizá más importante aún, ¿por qué no? “Preguntarnos y repreguntarnos una y otra vez sobre el porqué de todo, no conformarse con la respuesta dada, perseguir nuevas respuestas que nos lleven a nuevas preguntas, errar hasta ser errabundo”, les ha aconsejado Villaverde a los estudiantes galardonados. “La mayor parte del gran conocimiento nace de desaciertos y caminos aparentemente erráticos a los que el método pone orden y forma”, ha destacado el rector. 

Las enseñanzas de las leyes fundamentales de Newton

Villaverde ha echado mano de las leyes fundamentales de Newton para trasladar tres enseñanzas a los alumnos de la institución académica. Primera, “nada cambia si no hay una fuerza que lo cambie. No esperéis que alguien os descubra. No esperéis que vengan a buscaros”. Segunda, “los resultados de vuestro esfuerzo siempre serán proporcionales al empeño que pongáis en ello”. Y, tercera, “lo que hacemos y cómo lo hacemos siempre tendrá consecuencias. Y, en ocasiones, esas consecuencias consistirán en una fuerte oposición a nuestras ideas y al cambio que suponen, o su rechazo frontal, o algún que otro penar y sin sabor”. Pero que esto sea así no puede resignarnos a la inacción, no puede llevarnos a desfallecer. “Cuanto más creamos en nuestro proyecto, cuanto más empeño pongamos, cuánto más compromiso tengamos con la idea, más atracción ejerceremos sobre nuestro entorno, mayor será la confianza ganada de terceros, más ayuda y apoyo recibiremos para hacer realidad aquello en lo que creemos”, les ha explicado.

El rector ha tenido también palabras para las empresas e instituciones que colaboran con la universidad, a quienes ha agradecido su apuesta por la universidad. “Necesitamos del compromiso de las empresas e instituciones asturianas. Necesitamos que la salida al mundo laboral de nuestros estudiantes sea justa, que los empleos que se les oferten sean buenos”, les ha dicho. “Ya no es cierto que esta universidad no se entiende o no colabora estrechamente con nuestro entorno. No estamos de espaldas al tejido económico”, ha subrayado Villaverde. Ha recordado que la institución académica dispone de 44 cátedras de empresa, más de 400 contratos de transferencia de la investigación, más de 200 acuerdos de relación estable con empresas para becas contratos… “Son ustedes –representantes de las empresas e instituciones-- colaboradores indispensables en nuestra misión universitaria, y queremos que sientan nuestro más sincero agradecimiento”, les ha manifestado.

El rector ha querido también acabar con el mantra de la universidad como fábrica de parados. Villaverde ha recordado que el primer informe de inserción laboral, presentado hace unos meses, recoge que el 62% de los graduados y el 74% de los titulados en un máster están ya trabajando a los seis de terminar sus estudios. “De este documento se deduce que ni perdemos tanto talento ni hay una brecha tan profunda entre lo que egresa la universidad y lo que demanda el entorno socioeconómico”, ha explicado. Estos datos animan a la institución a seguir trabajando por mejorar la inserción laboral del estudiantado. El máximo responsable de la institución ha anunciado los próximos pasos que se darán para lograr este fin: reunirse con los distintos sectores empresariales para ir mejorando alineamientos, incrementar las ofertas consorciadas dirigidas a la formación para toda la vida y la complementaria de nuestro estudiantado con herramientas como las microcredenciales, incorporar, como ya hacemos, hasta un 60%, a profesionales de los distintos sectores en nuestra oferta formativa propia y centrar la oficina de empleo universitaria en atender las necesidades de esos sectores.

“Es nuestra responsabilidad que nuestro estudiantado encuentre empleo y lo encuentre de calidad”, ha enfatizado el rector y, dirigiéndose a las empresas, ha concluido: “Paguen bien a nuestro estudiantado, son excelentes profesionales y aún mejores personas. Son egresados y egresadas de la Universidad de Oviedo. No hace falta más. Les aseguro que no les van a defraudar”.

Conferencia magistral 

La conferencia magistral de este año, titulada La evaluación de la investigación en la era de la ciencia abierta, ha corrido a cargo de Domènec Espriu, director de la Agencia Estatal de Investigación (AEI). Espriu ha subrayado que la comunidad científica se encuentra en estos momentos en una encrucijada. Por una parte, se halla la pulsión de publicar, inherente a la necesidad de difundir los resultados de la investigación. Por otra, los cambios en la industria editorial de la publicación científica que están representando un incremento de costes muy notable tanto para los investigadores como para las instituciones y universidades que los acogen. 

Espriu ha añadido que, por encima de este escenario, sobrevuela la opinión, sostenible con datos objetivos muy concretos, de que la presión por publicar, el denominado publish or perish, está afectando sensiblemente tanto a la calidad de la publicación científica en sí misma como a la búsqueda de una cierta parte no menor de los investigadores para proponer o enfocar desafíos poco exigentes, favoreciendo una ciencia incremental y continuista y poco o nada disruptiva. 

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