Antonio Fernández Insuela, profesor emérito honorífico de la Universidad de Oviedo, recibió ayer un homenaje en el Campus del Milán, como broche al programa de "La huella de la alteridad. Jornada sobre el exilio literario republicano (1939-2019)". El tributo consistió en la presentación del libro "Un teatro de cordiales fantasías. Estudios sobre Alejandro Casona" (editorial KRK), en el que Carmen Alfonso, directora de la jornada, Raquel Fernández Menéndez y María Martínez-Cachero Rojo, han reunido artículos académicos de Fernández Insuela, así como capítulos de libro y escritos aparecidos en la prensa periódica, relativos a una de las principales líneas de investigación del profesor. 

 

En este sentido, Carmen Alfonso recordó que "su acreditada trayectoria profesional se distingue, entre otras muchas razones, por sus numerosas y destacadas aportaciones al estudio del teatro español contemporáneo, si bien, en el contexto que hoy nos convoca, adquiere especial relieve su condición de gran experto en la figura y la obra de Alejandro Rodríguez Álvarez, Casona, el dramaturgo nacido en Besullo, Cangas del Narcea, en 1903, y muerto en Madrid en 1965, de quien empezó a ocuparse en 1990 y sobre quien esta misma mañana ha dictado una ponencia cuyo texto las editoras hemos querido recoger también en el volumen que presentamos".

 

La profesora mostró su agradecimiento al homenajeado, "que sin haber querido ser maestro tanto nos ha enseñado a tantas generaciones de estudiantes, a las que hoy simbólicamente representamos y damos voz para homenajear y con ello testimoniar su condición de hombre y universitario ejemplar".

 

"Esta es la vez en que más he repetido "gracias" en mi vida, y lo hago desde el fondo del corazón, habiendo sido incapaz de encontrar otras palabras que dijesen lo mismo con presunta novedad", afirmó Fernández Insuela, arropado por Manuel Aznar Soler, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona; Virtudes Serrano y Mariano de Paco, catedrática y catedrático jubilados de la Universidad de Murcia; y el sobrino de Alejandro Casona, Luis Miguel Rodríguez, que tuvieron palabras de admiración y de aprecio hacia la figura del profesor de la Universidad de Oviedo.

 

Fernández Insuela rememoró sus inicios como investigador y docente universitario -profesor de Literatura Española desde el curso 73-74, y catedrático desde 2011-, así como el modo en que fue naciendo su interés por los temas en que más ha trabajado. "Mi primer contacto consciente con los mundos de Alejadro Casona y el exilio, literario o no, tuvo lugar en el curso 1967-1968, cuando asistí a una digna representación estudiantil de "La sirena varada", y el siguiente, cuando ya en Oviedo, como alumno de quinto curso de la Filología Románica (Español), el catedrático de Literatura Española don José María Martínez Cachero, que tanta trascendencia tendría en mi vida profesional y personal, en una de las asignaturas que impartía, nos obligaba a leer a escritores del exilio: Francisco Ayala, Sender, Aub", afirmó.

 

Este año se cumplen ochenta años del final de la guerra civil y del comienzo del éxodo republicano. Con ese motivo, la jornada, incardinada en el Congreso plural Ochenta años después, cuyo coordinador general es el profesor Manuel Aznar Soler, propuso una reflexión sobre la cultura y la literatura del exilio republicano consideradas en sus complejas dimensiones identitarias y como vehículo para reivindicar la alteridad.