La historiadora británica y Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales arranca el aplauso del público en su encendida reivindicación de las Humanidades durante un coloquio en el Campus del Milán
Historiadora, feminista y divulgadora científica, Mary Beard, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, ha exhibido hoy en su visita a la Biblioteca de Humanidades, en el Campus del Milán, lo mejor de cada una de sus facetas. La profesora británica ha destacado que, pese a los avances logrados por las mujeres en las últimas décadas en favor de la igualdad, queda aún mucho camino por recorrer. "No hemos ganado la lucha y dudo mucho que viva para verlo", ha subrayado. Mary Beard ha lamentado además que la historia se siga escribiendo en masculino: "Desde Homero, la cultura occidental se ha construido sobre la supresión de las mujeres".
La ganadora del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales ha realizado estas declaraciones en un encuentro con estudiantes y docentes en el Campus de Humanidades, donde ha tenido ocasión además de admirar la placa realizada en su honor por la Universidad de Oviedo. Mary Beard ha sido recibida por el vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional, Francisco Borge, y el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, José Antonio Gómez, además de por las profesoras del grupo Deméter, que coordina Rosa Cid y que habían propuesto su candidatura para los premios.
Ya durante el coloquio, la docente británica, profesora en Cambridge, ha comenzado recordando su temprana vocación por la historia antigua. Ha destacado que a la corta edad de 5 años tuvo ocasión de visitar con su madre del British Museum donde se prendió la llama de su curiosidad al contemplar los mármoles del Partenón y restos de una tarta egipcia de hace más de 3.500 años. "Pude ver que existían tartas hace 3.500 años, que había gente que se las comía y que se podía contar", ha indicado.
Mary Beard ha centrado buena parte de su intervención en el papel de la mujer en la historia y en su lucha por la equiparación de derechos. Ha reconocido que, con una mirada optimista, lo logrado, al menos en Europa Occidental, ha supuesto una verdadera revolución. Se ha quejado, sin embargo, de que, aplicando un punto de vista realista, queda todavía mucho por hacer. Se ha lamentado, por citar un ejemplo, de la invisibilidad de la mujer en la literatura antigua, que ha achacado precisamente a que eran los hombres quienes escribían la historia.
La Premio Princesa de Asturias ha arrancado los aplausos del público en su reivindicación de las Humanidades. Ante un auditorio entregado, ha manifestado que el progreso científico "debe ir de la mano del pensamiento filosófico y de la historia". Ha reconocido que en periodos de escasez y de crisis económica su mensaje no resulta popular pero ha hecho hincapié en la necesidad de hacerse oír hasta ser escuchada.
Ha comentado una anécdota curiosa que revela la importancia y utilidad de la historia antigua en la actualidad. Mary Beard tuvo ocasión de participar en un reality para jóvenes con fracaso escolar con el conocido chef británico Jamie Oliver. La ahora Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales se vio gratamente sorprendida por el interés de estos adolescentes por los números romanos. Cuando les preguntó por qué, los participantes en el reality le contestaron que solo así se enteraban de las fechas de las películas y series británicas. Es costumbre de la BBC utilizar la numerología romana.
Muy conocida precisamente por su papel como divulgadora científica, gracias a sus programas en la BBC, ha destacado que, a su juicio, y pese a que las redes sociales suponen en ocasiones un altavoz de posturas misóginas, son también una buena vía de comunicación. "Sus ventajas superan sus inconvenientes", ha declarado. Ha defendido la necesidad de sacar a la luz la historia no sólo de los ricos, de los pijos como ha dicho, sino también de las clases populares, de la gente de a pie. Mary Beard ha subrayado que cada vez se dan más pasos para visibilizar no solo el papel de las mujeres sino también el de las clases más desfavorecidas. "Hoy sabemos gracias a estudios de restos orgánicos que los romanos comían oricios", ha comentado como anécdota.
Preguntada por lo que más le sorprendió de Pompeya, ha echado mano de nuevo de la perspectiva de género y ha contestado que el burdel. Pese a su importancia en la ruta que los turistas hacen por la ciudad, Mary Beard ha destacado que es un edificio triste, con camas de roca y que, sin duda, fue muy diferente para los hombres y las mujeres.