La Sala de exposiciones del Edificio Histórico (Oviedo/Uviéu) acoge hasta el 13 de octubre la muestra 'Luces de la memoria. Collages', de la artista ovetense Trinidad Formoso. Puede visitarse de lunes a viernes, de 11 a 14 horas y de 17 a 20:30 horas (días 12 y 13 hasta las 19:30 horas), los domingos y festivos de 10:30 a 14:30 horas, y la semana de San Mateo de 11 a 18:30 horas.
El objeto encubierto de la pintura
Collages de Trinidad Formoso
Trinidad Formoso, ovetense, se dio a conocer con sus variadas composiciones de árboles y bosques con diferentes dominios cromáticos y tendencia a la composición cuyas tonalidades marcaban esas interesantes obras. Esta artista viene realizando su obra desde los años 80. Formada al principio bajo la dirección de César G. Pola, aprende con él a valorar sobre todo la composición. Con el taller de Humberto capta la búsqueda de nuevas técnicas de conceptos más rompedores. Además ella busca de continuo ampliar su saber artístico, lo que le permite entrar en todo tipo de intersecciones de géneros visuales y literarios. La participación en múltiples cursos de formación conceptual, con los artistas Alfonso Albacete, José Ferrero, Santiago Serrano, Carlos Franco, los talleres de grabado en la Escuela de Artes Aplicadas en Oviedo y los Cursos de Extensión Universitaria, enmarcan su trayectoria.
Trinidad expuso con el Taller de Humberto en el Claustro Alto de la Universidad de Oviedo unas obras directamente conceptuales, con alusiones a la ternura ante la infancia y metáforas de mujeres prisioneras dentro de un delicado envoltorio, plumas dentro de frasquitos elegantes bien empaquetados. Esta exposición en la Sala de la Universidad de Oviedo es su primera individual aunque es una artista reconocida que ha participado en numerosas colectivas de prestigio regional y nacional: Certamen Nacional de Luarca, Bienal La Carbonera, Monasterio de Moguer (Huelva), Otur (Valdés), Plasencia (Cáceres), CMAE (Avilés), Centro Asturiano de Madrid, CAMCO, Universidad de Oviedo, Santillana del Mar y diversas galerías y entidades nacionales (León, Madrid), e internacional como la exposición en la Galería Schloss Borbeck de Essen Alemania. Se trata de una artista decidida y coherente en sus logros artísticos, que sustenta su actividad con discreción y firmeza.
Trinidad Formoso viene obteniendo éxitos muy notorios: premios, selecciones y menciones, como en la VI Bienal La Carbonera en Sama de Langreo en el año 1991; Premio Adquisición en el Certamen Eusebio Sempere en Onil, Alicante; Primer Premio en el I Certamen Nacional de Pintura de la Mutualidad General Judicial, Madrid; Segundo Premio en el Certamen del Colegio de Médicos de Asturias; Accésit en el Certamen de Artes Plásticas del Centro Asturiano de Madrid y Primer Premio en el Certamen de Pintura "Hospital Reina Sofía" de León. Estos datos son testimonio de algo impalpable, la esencia de su trabajo artístico desde hace tiempo. Trinidad se ha renovado de manera rigurosa con un trabajo intensivo, denso y sin prisas.
En esta exposición de collages ha escogido el soporte de papel recortado y pegado a mano o con técnicas variables. Las obras se estructuran en series y en tamaños con gran variedad de facturas y de colorido como hacía con sus bosques, realizando unas nítidas y atractivas composiciones. La figuración alusiva a la Naturaleza que caracterizaba su pintura, pasa a ser un mero elemento auxiliar pues su esencia reside más en la "idea" que en lo físico visual.
Hay algunos ejes temáticos en las series que presenta, como la mujer y su falta de libertad. Esto lo realiza con dominio de los materiales y los colores, en cuyas combinaciones y juegos reside su apuesta por una obra actual llena de sentido en la que se implica en profundidad. Sus obras, sin título, permiten al receptor interpretarlas de manera abierta, según su sensibilidad al dejar en libertad la mirada, actitud emparentada con el arte conceptual.
En la serie de las "Caras Arnolfini" plasma la oposición entre unos rostros masculinos y femeninos que aluden de forma libre a la pareja inmortalizada por el pintor flamenco Jan Van Eyck. En ella abundaban referencias a la fertilidad. En conjunto, aporta un tratamiento digital de los colores, un énfasis en los tonos y letras. La elaboración emana del mismo objeto artístico, creando una pintura a partir de un objeto encubierto tal como predicaba Juan Gris.
La música es otro importante elemento de sus composiciones que subraya el protagonismo del tiempo, factor estructurante de la sensibilidad de la obra y de la vida misma. El icono del péndulo del metrónomo o la leyenda de los ritmos para una partitura marcan la medida, aplicando una vanguardista transtextualidad. Con todo ello me queda darle la enhorabuena por su evolución manifiesta a través del tiempo que la convierte en maestra de la obra, lo mismo que felicito a la Universidad y a todos los visitantes con el deseo de que valoren y disfruten de la muestra.
Julia Barroso Villar
Catedrática de Historia del Arte
Universidad de Oviedo