En la recta final del periplo que ha llevado a la delegación de la Universidad de Oviedo formada por el rector, Santiago García Granda y el vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional, Francisco José Borge, a la Federación Rusa, ayer tuvo lugar la firma de un nuevo convenio de colaboración, en esta ocasión con la Kuzbass State Technical University, en la ciudad siberiana de Kemerovo. La firma de este acuerdo responde a las concomitancias existentes entre ambas instituciones, ambas radicadas en dos de las cuencas mineras de extracción de carbón más conocidas a nivel internacional. La politécnica siberiana es considerada una de las más importantes en el área de Ingeniería de Minas y dispone de unas instalaciones de primer nivel, impulsadas, entre otras personsa, por el recientemente fallecido Carlos Barredo, nacido en Grau/Grado y exiliado a muy temprana edad a la antigua Unión Soviética como parte del contingente de más de 3000 niños y niñas de la guerra que fueron enviados por sus familias a aquel país, escapando de las terribles consecuencias de la Guerra Civil en España. Antes de la firma del convenio de colaboración académica con la institución de Kemerovo, la delegación asturiana participó en una ofrenda floral en la tumba de Barredo, a la que siguió una reunión de trabajo con miembros de la Cámara de Comercio de la región en la que se discutieron posibles vías de colaboración, no solo en el ámbito universitario, sino incluso empresarial e institucional. En este aspecto, tanto la delegación asturiana como la siberiana destacaron la necesidad de profundizar en un entendimiento mutuo que permita aprovechar la experiencia de cada parte, por ejemplo, en los terrenos industrial y turístico.

 

Tras la firma del acuerdo por parte de ambos rectores, Santiago García Granda y André Krechetov, el rector y el vicerrector de la institución académica asturiana asistieron en Kemerovo, junto con el ministro consejero de la embajada de España en Moscú, Ignacio García Valdecasas, y el cónsul honorario de España en el distrito de Siberia, Pablo Gastón, a la inauguración de una exposición itinerante sobre los niños y niñas de la guerra. Allí, los miembros de la delegación asturiana tuvieron ocasión de conocer a la viuda, hijos y nietos de Carlos Barredo, así como a Dolores, nonagenaria gijonesa que, como Barredo, tuvo que abandonar su familia y tierra asturianas con tan solo siete años encaminándose a una nueva vida que desarrolló en el área de la medicina en las frías tierras siberianas.