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Was Bleibt?, una nueva cita con el ciclo de cine de autor 'El Niemeyer en la Universidad de Oviedo'

El viernes 11, a las 20.00 horas en el Aula Severo Ochoa de LAUDEO Centro Cultural de Extensión Universitaria (C/ San Francisco, 1), asistiremos a nueva proyección del programa de cine contemporáneo que organizan conjuntamente la Universidad y el Centro Niemeyer. Entrada libre hasta completar el aforo.

Was Bleibt? / Año: 2012 / Duración: 85 min / País: Alemania / Director: Hans-Christian Schmid / Reparto: Lars Eidinger, Corinna Harfouch, Sebastian Zimmler, Ernst Stötzner, &c. / Fotografía: Bogumil Godfrejow / Música: The Notwist

Was Bleibt? fue seleccionada por los festivales internacionales de Berlín, Monterrey y Las Palmas. Su director, Hans-Christian Schmid, se aventura esta vez con un film a medio camino entre un sobrio drama familiar y un hábil estudio psicológico de las relaciones paterno-filiales.

Marko es un treintañero que acaba de publicar su primer libro. Reside en Berlín desde sus días universitarios, lo suficientemente alejado del estilo de vida burgués de sus padres Gitte y Günter, al que nunca hubiera podido acostumbrarse. Su relación con ellos se limita a visitarlos una o dos veces al año, principalmente para darles la oportunidad de pasar unos días con su nieto. Sus esperanzas de pasar un tranquilo fin de semana con su familia se desvanecen cuando su madre, que sufre un trastorno bipolar y es maniacodepresiva desde que Marko era un niño, les comunica que va a dejar su tratamiento y que no toma ya la medicación, lo que producirá reacciones contrapuestas en ellos.

Javier Ocaña, en su crítica de la película, publicada en el diario El País, destaca que en ella se presenta la información "de un modo sutil, apasionante, casi perfecto" para hablarnos "de qué hay detrás de esas sociedades ideales a las que siempre aspiramos". Schmid aborda uno de los temas recurrentes del cine contemporáneo, el de la familia entendida simultáneamente como refugio y como foco de conflictos, "desde la perspectiva de un país y una prole del primerísimo mundo. Y, como deben hacer los cineastas criados en sociedades desarrolladas, aparentemente impolutas, hurga en el brillo para sacar la mugre, las anomalías que ensucian su placidez, esas que, casi de un modo inevitable, tienen las familias perfectas".