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La pizarra verde de Lugo, candidata a Roca Patrimonio de la Humanidad

Las primeras civilizaciones que se establecieron en la provincia de Lugo se encontraron con un regalo inesperado, unos yacimientos de pizarra verde únicos en el mundo | Este mineral se ha utilizado en asentamientos castreños, la muralla de Lugo, la iglesia de Santiago Adelán y sigue empleándose hoy en día en los municipios de Pol y Bretoña | La pizarra verde podría obtener el mismo reconocimiento que el mármol de Carrara, con el que se construyeron algunos de los edificios más importantes del Imperio Romano

Las primeras civilizaciones que se establecieron en la provincia de Lugo se encontraron con un regalo inesperado, unos yacimientos de pizarra verde únicos en el mundo. La Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS por sus siglas en inglés), ha creado la figura de Roca Patrimonio de la Humanidad que tiene por objetivo salvaguardar la riqueza cultural e histórica de determinados minerales. Víctor Cárdenes Van den Eynde, investigador del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, miembro de la comisión de la IUGS que deberá otorgar este reconocimiento, ha propuesto que la pizarra verde se convierta en nueva Roca Patrimonio de la Humanidad.       
 
El investigador Cárdenes recuerda la historia de este mineral y su empleo en construcciones emblemáticas de la provincia de Lugo. Los asentamientos castreños, como el de Viladonga, en Lugo, están hechos con esta roca singular, que posteriormente fue empleada por los romanos para erigir edificaciones, entre ellas, la muralla de Lugo, que tiene partes hechas con pizarra. 
 
Durante la Edad Media, las Diócesis de Lugo y Mondoñedo la utilizaron en buena parte de sus edificios eclesiásticos. De esta época data, por ejemplo, la primera cantera de pizarra documentada en Galicia. En 1626, la construcción de la iglesia de Santiago Adelán requirió placas de pizarra para su cubierta, que fueron proporcionadas por las canteras de Lavapiés, a pocos kilómetros al noroeste de Mondoñedo.
 
El investigador de la Universidad de Oviedo señala que, hoy en día, esta pizarra se sigue explotando en los municipios de Pol y Bretoña, con una gran aceptación tanto nacional como internacional. "El paso de los siglos ha forjado una relación estrecha entre paisaje, cultura y piedra. Hay zonas de la provincia de Lugo que no se entenderían sin el valor arquitectónico y paisajístico que han creado siglos de uso de pizarra verde", explica.
 
La creación de la figura de Roca Patrimonio de la Humanidad supone una salvaguarda para el patrimonio histórico y cultural de las construcciones edificadas con estos minerales. Un buen ejemplo, indica Cárdenes, puede ser el mármol de Carrara, explotado por los romanos desde hace más de dos milenios, con el que se construyeron algunos de los edificios más importantes del Imperio, además de emplearse para esculpir obras artísticas, como el David de Miguel Ángel. Desde el año 2017, esta roca está reconocida como Roca Patrimonio de la Humanidad, la misma distinción a la que opta la pizarra verde de Lugo. "Las ventajas que suponen este reconocimiento son innumerables, ya que incluyen la puesta en valor de este recurso, su utilización en la arquitectura tradicional, y por extensión, el paisaje y la historia de Lugo", concluye.