La Galicia de la primera mitad del siglo XIII presenta indicios claros de una cultura jurídica en ebullición. Un ejemplo significativo es el progresivo perfeccionamiento técnico en la redacción de documentos como paso previo a la implantación de un notariado público en los reinos de León y Castilla. Así lo desvela una investigación realizada en el Departamento de Historia de la Universidad de Oviedo, que ha sido publicada en Journal of Medieval Iberian Studies, una de las revistas de más impacto en su área del conocimiento.

 

El trabajo recuerda que un elemento clave en el proceso de conformación de una sociedad letrada es la constitución de oficiales capaces de conferir fe pública a los documentos escritos. En los reinos de León y Castilla, un momento decisivo de ese proceso es la definición del notariado público en la obra legislativa de Alfonso X, monarca del que se conmemora ahora precisamente el octavo centenario de su nacimiento. 

 

El estudio subraya que la implantación del notariado público se extendió de forma generalizada por las ciudades y villas del reino y su actuación como fedatarios los convirtió además durante siglos en testigos y narradores de la vida cotidiana. "Los millones de documentos notariales producidos desde entonces constituyen una de las fuentes fundamentales para la historia de las sociedades del pasado", afirma el profesor Miguel Calleja, autor del trabajo. 

 

La investigación que ahora ve la luz explora las raíces de esta praxis notarial en la primera mitad del siglo XIII mediante el análisis de los trabajos de los escribanos del concejo de Ribadavia, en Galicia. El estudio revela que la creciente cultura jurídica en la zona se expresa en algunas oficinas episcopales tanto en la existencia de autores y manuscritos jurídicos como en el empleo de registros. A esto se une además que los monasterios renuevan en esta misma época el utillaje documental, al tiempo que afinan la gestión de sus dominios. El autor del trabajo explica que "el contacto de las oficinas episcopales y de los monasterios con Roma, a través de la justicia eclesiástica, todavía no demasiado estudiada, debió de actuar como estímulo para el desarrollo de esta praxis notarial".

 

En este contexto, el trabajo desarrollado por la Universidad de Oviedo se detiene a analizar la producción documental en un ámbito urbano en crecimiento como el de la villa de Ribadavia, lo que ha permitido identificar novedades significativas. Así, a lo largo de la primera mitad del siglo, las suscripciones de los escribanos evidencian la definición progresiva de oficiales de escritura aparentemente laicos y vinculados al concejo que trabajaban para la comunidad con carácter público. 

 

Además, al menos en el segundo cuarto del siglo, la certeza de que emplean notas que se transmiten a sus sucesores en el oficio permite observar cómo la escrituración de los documentos se convierte en una actividad cada vez más pautada y regulada. El propio formulario de los documentos, donde aparecen nuevas cláusulas inéditas hasta el momento, demuestra la permeabilidad de estos escribanos de concejo al Derecho nuevo.

 

En suma, el caso analizado por la Universidad de Oviedo demuestra un "progresivo perfeccionamiento técnico en la redacción de documentos como una de las experiencias que conducen hacia la implantación del notariado público", destaca Calleja. "Las conexiones de algunas instituciones gallegas con los centros de creación del Derecho de su época parecen haber contribuido de forma decisiva a la conformación de una praxis documental que articula la memoria de las sociedades europeas", concluye el profesor.

 

Referencia:

Miguel Calleja-Puerta (2021) Antes del notariado alfonsí: los escribanos de Ribadavia en la primera mitad del siglo XIII, Journal of Medieval Iberian Studies, DOI: 10.1080/17546559.2021.1959942 

 

Esta publicación es parte del proyecto de I+D+i ayuda PGC2018-093495-B-I00, financiado por MCIN/ AEI/10.13039/501100011033/ y FEDER Una manera de hacer Europa.