El rector, Santiago García Granda, ha presidido la inauguración de la exposición "La Biblioteca de la Universidad de Oviedo (1770-2020): 250 años abriendo puertas al conocimiento", que se podrá visitar en la Sala general de la propia Biblioteca (Edificio Histórico, Oviedo/Uviéu). García Granda ha estado acompañado del vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional, Francisco José Borge López; del vicerrector de Investigación, José Ramón Obeso; y del antiguo director de la biblioteca universitaria y director del Real Instituto de Estudios Asturianos, Ramón Rodríguez Álvarez.

La exposición, comisariada por el propio Ramón Rodríguez Álvarez y por María José Ferrer Echávarri, bibliotecaria de la Universidad, ofrece una panorámica por la historia de Biblioteca y por sus valiosos fondos. En este sentido, permite contemplar tanto documentos históricos -libros, vídeos, fotografías y otros objetos-, que reflejan su evolución desde 1770, como una selección de las joyas bibliográficas que custodia. El recorrido se configura a través de los siguientes periodos: "La primitiva Librería Universitaria (1608-1765)", "Creación y primera andadura de la Biblioteca Universitaria (1765- 1800)", "La Biblioteca Universitaria en el siglo XIX", "Del tercer centenario de la Universidad a la destrucción (1908-1934)", "La reconstrucción de la Biblioteca Universitaria (1934-1945), "Crecimiento y atomización (1945-1980)" y "Hasta el infinito y más allá: centralización, automatización, cooperación (1980-2020)".

Como explica el rector, Santiago García Granda, en el Catálogo de la muestra, "cuando la Universidad de Oviedo comenzó su actividad en 1608 la Librería Universitaria ocupaba un modesto espacio entre los muros del Edificio Histórico. En 1765, gracias a los dineros del brigadier asturiano Lorenzo Solís, el candasín Manuel Reguera González proyecta una nueva planta para albergar una biblioteca que se abre al público en 1770". Asimismo, García Granda recuerda que "fue Campomanes, ministro de Carlos III, quien más se esforzó para dotar a la Universidad de una biblioteca rica y moderna. Al legado de Solís se unieron aportaciones de la Junta General de Principado y de la propia Universidad. Las vicisitudes posteriores, sobre todo a partir de la Guerra de la Independencia, hicieron perder aquel esplendor que recuperó en el último cuarto del siglo XIX con el nacimiento de la magnífica Biblioteca especial de la Facultad de Derecho y de una Sección Popular en 1918".

El "dramático" punto de inflexión se produjo con la destrucción de la Biblioteca y del Edificio Histórico de la Universidad durante el incendio de 1934. Posteriormente, vendría una etapa de reconstrucción, recuperación y asentamiento, "impulsada en gran medida por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Oviedo", seguida de un periodo de expansión que da paso a otro de "liderazgo de la Biblioteca Universitaria asturiana al frente de la cooperación interbibliotecaria".

Bajo la tutela de Ramón Rodríguez, en 1989 se crea RUEDO, red que aglutina a todas las bibliotecas universitarias usuarias del programa informático DOBIS/LIBIS, y ese mismo año ve la luz la red de bibliotecas universitarias REBIUN.

Para el Rector, "tanto la Biblioteca Central, como cada una de las que hoy residen en nuestras facultades o escuelas, son templos de estudio, espacios de colaboración y generación de ideas y proyectos".

La muestra estará abierta al público desde el viernes y hasta el 18 de noviembre en la Capilla y la Biblioteca del Edificio Histórico. Horario: de lunes a viernes de 11 a 14 y de 17 a 20 horas; sábados de 11 a 14 h y de 17 a 19 h, y los domingos y festivos de 11 a 14 horas.