Un equipo de 19 personas, liderado por Margarita Fernández Mier, profesora titular de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, lleva a cabo una campaña arqueológica en la necrópolis medieval de L.linares (Castañera, Belmonte/Balmonte de Miranda) este mes de julio, en el marco de la investigación que desde el año 2009 se viene desarrollando en el entorno de la parroquia de Vigaña –en el límite con Castañera–, financiada por diversos proyectos del Ministerio de Economía y Competitividad.

Esta campaña trata de acercarse a las comunidades rurales altomedievales desde el punto de vista histórico y arqueológico, dando protagonismo al campesinado, un grupo social difícil de estudiar durante dicho período. La profesora Fernández Mier explica que "los siglos de la tardoantigüedad y la Alta Edad Media, desde el siglo V al X, son claves para comprender la historia de la Edad Media del norte peninsular. Las líneas de trabajo que han historiado el denominado Reino de Asturias han sido muchas, pero pocas han puesto el foco en analizar las comunidades locales, el campesinado, desde su propio campo de actuación: el territorio que aprovechan y que transforman con su actividad cotidiana".

A lo largo de estos años, el equipo de la profesora Fernández Mier ha convertido Villanueva  (Santuadrianu) y Vigaña (Balmonte de Miranda), aldeas del área centro-occidental de Asturias, en sendos laboratorios en los que decodificar la filiación histórica de sus paisajes y comprender su proceso de formación desde el neolítico hasta nuestros días. Las ocho campañas de intervención arqueológicas han sacado a la luz hallazgos de importancia, pero sobre todo han aportado un cúmulo de información (desde los análisis bioarqueológicos a los clásicos estudios arqueológicos o documentales) que permite reconstruir la vida y los procesos de territorialización del paisaje de las comunidades rurales. 

Los límites de Vigaña en el siglo XII aluden a Fontevigaña, en las inmediaciones de la capilla de L.linares. Allí se ha sacado a la luz una interesante necrópolis de la que ya se han localizado casi una treintena de tumbas del siglo X. Se trata de una necrópolis asociada a un despoblado medieval, tal y como evidencia la abundante cerámica localizada en las inmediaciones, que se convierte en lugar de reunión tras el abandono de la zona de hábitat y que se consolida como tal tras la construcción de la capilla dedicada a nuestra señora de L.linares en el siglo XVII.

La información proporcionada hasta el momento por L.linares complementa la obtenida en Vigaña y permite comprender los procesos de reordenación territorial entre los siglos X-XII en el valle del río Pigüeña, que suponen la consolidación de unos lugares de hábitat y de la red parroquial (San Pedro de Vigaña y San Andrés de Augüera) y el abandono de otras aldeas, caso del despoblado de L.linares, que pasan a convertirse en elementos de fuerte carácter identitario en el paisaje.

En la presente campaña, el equipo trata de delimitar la extensión de la necrópolis con métodos no invasivos, con la colaboración del grupo de investigación Hydro-Geophysics and NDT Modelling Unit de la Universidad de Oviedo, dirigido por el profesor Paulino Fernández Álvarez, que a través de los estudios con geo-radar y magnetómetro tratan de aportar información de calidad que permita comprender el entorno de la zona arqueológica intervenida.

Los viernes 21 y 28 de julio se realizarán visitas guiadas al yacimiento, a las 12 del mediodía, a las que están invitados todos aquellos que quieran tener más información sobre el yacimiento de L.linares. Además, entre los días 27 y 29 de julio se impartirán unos talleres arqueológicos con los que se pretende sensibilizar a toda la población sobre la importancia de los trabajos arqueológicos e históricos del territorio. Están principalmente orientados a los más pequeños, aunque en ellos puede participar todo el mundo. Para más información al respecto y para inscribirse, los correos electrónicos de contacto son: adl@belmontedemiranda.com / info@belmontedemiranda.com

El equipo de Margarita Fernández Mier lleva a cabo su trabajo en el marco del Laboratorio de Arqueología Agraria, que trata de profundizar en el estudio de los yacimientos arqueológicos desde perspectivas multidisciplinares, con la puesta en valor del desarrollo rural desde la perspectiva actual y recogiendo la tradición oral con especial interés en la toponimia asturiana.