El director honorario de la RAE interviene en las Jornadas de Historia, organizadas por la Universidad y la Fundación José Cardín Fernández, para hablar de 'Literatura y la sociedad en la época del Emperador'
Víctor García de la Concha, director honorario de la Real Academia Española y presidente de honor de la Asociación de Academias de la Lengua Española, ha intervenido hoy en las I Jornadas de Historia "Quinientos años después. Villaviciosa, 1517. La época en que D. Carlos vino a Asturias", en las que ha dictado la conferencia "Literatura y la sociedad en la época del Emperador". El acto se ha celebrado en el Aula Magna del Edificio Histórico.
La figura del conferenciante la ha glosado el vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional, Francisco José Borge, que ha repasado los logros alcanzados por García de la Concha al frente de la RAE y del Instituto Cervantes, y se ha referido a "su talante dialogante y tenaz, así como a su sagacidad como investigador y conocedor de los terrenos de la literatura". "Los puestos de responsabilidad que ha desempeñado le llegaron por su excelente labor como investigador, centrada sobre todo en la literatura del Renacimiento y del Siglo XX", ha señalado Francisco Borge, poniendo como ejemplo las monografías "La poesía española de postguerra", "Arte literario de Santa Teresa" o "Nueva lectura del ‘Lazarillo'", entre otras.
En su intervención, García de la Concha se ha centrado en la prosa y el pensamiento del mencionado periodo, del que ha destacado "la fuerza que tuvo el erasmismo en nuestro país", así como el hecho de que Carlos V fue "un gran defensor de Erasmo". El prestigioso filólogo ha ofrecido una amena aproximación a los erasmistas que rodeaban al Emperador en la Corte, como Alfonso de Valdés, secretario real de cartas latinas, "del que se decía que era más erasmista que Erasmo", y lo mismo Juan de Valdés, autor del influyente "Diálogo de la lengua". Como se ha expuesto a lo largo de la conferencia, Erasmo de Rotterdam sirvió como modelo de apertura hacia la modernidad para estos y otros humanistas españoles de la época.
"En ese momento las cortes ya no tienen juglares, cancioneros, etcétera, sino que tienen bufones: nace la figura del bufón, con un desempeño importante", ha explicado el académico asturiano. El primer caso al que se ha referido es el de Francisco López Villalobos, "que le contaba los chistes jocosos al emperador, que le encantaban, y que López Villalobos escribía en latín con la advertencia de que a nadie se le ocurriera traducirlos". "López Villalobos era médico, porque los judíos conversos tenían siempre un oficio que les permitiera moverse de un lugar a otro", ha señalado.
Un caso similar -pero con un oficio distinto, el de sastre- era el de Francesillo de Zúñiga, "que escribió una crónica burlesca del emperador desde su llegada a España". Lo que escribían los bufones guardaba relación con lo que Erasmo llamaba la "moria", es decir, la locura, según ha indicado García de la Concha.
Otras figuras importantes en las que se detuvo el profesor fueron las de Fray Antonio de Guevara, franciscano de la estricta observancia y cronista del emperador, autor de algunos de los discursos más significativos de Carlos V, y de obras como "Menosprecio de corte y alabanza de aldea".
El "Lazarillo de Tormes" también ha estado presente en la exposición de García de la Concha, que ha aprovechado la ocasión para hacer un reconocimiento al exrector de la Universidad de Oviedo José Caso, "cuyo retrato contemplo aquí" (en el Aula Magna), gran especialista en la obra. García de la Concha ha repasado algunas de las teorías sobre el motivo y sobre la estructura del libro, rechazando que pueda determinarse su autoría.
Las Jornadas, organizadas por la Universidad y la Fundación José Cardín Fernández, se cierran con esta conferencia y con la continuación de la misma, que tendrá lugar mañana jueves, a las 18 horas, en la Casa de los Hevia de Villaviciosa. Si la intervención de hoy ha versado sobre prosa y pensamiento, la de mañana jueves girará en torno a la poesía del siglo XVI, con Garcilaso de la Vega como protagonista destacado. El rector, Santiago García Granda, y el presidente de la Fundación, José Cardín, llevarán a cabo la clausura del acto, cuya presentación correrá a cargo de Álvaro Solano, profesor de la Universidad de Oviedo.