El programa Movilidad de Excelencia ha beneficiado a más de 300 científicos de la institución académica asturiana durante los últimos cuatro años
Desde el desarrollo de nuevos biomarcadores para la detección precoz del cáncer hasta el estudio de la literatura chicana en Estados Unidos. Desde los avances para el diagnóstico de la dislexia hasta el diseño de un videojuego para corregir problemas de visión. Son solo algunos de los ejemplos presentados esta mañana en una jornada en la que diez investigadores de la Universidad de Oviedo, cinco sénior y cinco júnior, han intercambiado sus experiencias sobre las estancias que han disfrutado en instituciones académicas extranjeras gracias a una iniciativa del Campus de Excelencia Internacional.
La sesión, desarrollada en el Aula Magna de LAUDEO Centro Cultural de Extensión Universitaria, se inscribe dentro del programa de Movilidad de Excelencia, financiado por Banco de Santander. Gracias a esta iniciativa, más de 300 investigadores de la Universidad de Oviedo han disfrutado en los últimos cuatro años de estancias en centros extranjeros de prestigio internacional. El programa Movilidad de Excelencia cuenta ya para este año con 96 solicitudes.
La jornada, que ha contado con la presencia del rector, Vicente Gotor; de la vicerrectora de Investigación y Campus de Excelencia Internacional, Paz Suárez Rendueles; y del gerente de instituciones de Asturias de Banco Santander, Javier Ortega Zaballa, ha servido para que diez investigadores intercambiaran puntos de vista sobre sus estancias en el extranjero, que todos ellos han calificado de "muy enriquecedoras".
Los diez científicos que han participado en la jornada de hoy se distribuyen en cinco áreas de conocimiento: Ingeniería y Arquitectura, Ciencias Jurídico Sociales, Ciencias de la Salud, Ciencias, y Arte y Humanidades.
Santiago Martín González y Emilio Martínez Pañeda (Ingeniería y Arquitectura). Santiago Martín ha disfrutado de una estancia en la Universidad de California (Berkeley) donde ha tenido ocasión de trabajar en el campo de la Optometría. Entre otras aplicaciones, ha colaborado en el desarrollo de videojuegos adaptados para corregir problemas de visión como el ojo vago. Su colega Emilio Martínez Pañeda se trasladó a finales del pasado año hasta la Universidad de Cambridge en el Reino Unido donde tuvo ocasión de trabajar en el desarrollo de un modelo predictivo para el agrietamiento asistido por hidrógeno.
María Rosario Neira Piñeiro y Gabriel Cueto Pruneda (Ciencias Jurídico Sociales). Rosario Neira también eligió Cambridge para ampliar su formación. En la Universidad británica, actualizó sus conocimientos sobre el álbum ilustrado lírico aplicado a la literatura infantil. Gabriel Cueto Pruneda se trasladó hasta la también británica Universidad de East Anglia donde tuvo oportunidad de avanzar en su tesis doctoral centrada en los recursos humanos y, más específicamente, en la calidad del empleo y el bienestar de los trabajadores.
Fernando Cuestos Vega y Carla López Núñez (Ciencias de la Salud). Fernando Cuetos disfrutó de una estancia temporal en la Universidad de California Los Ángeles donde avanzó en sus investigaciones centradas en la relación entre el cerebro y el lenguaje y, más en concreto, en campos como el Parkinson o las dislexias. Carla López Núñez eligió las antípodas para continuar su formación. Se trasladó a la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) para trabajar en el área de las adicciones a diferentes sustancias como el tabaco. En este centro, Carla López ha investigado, por poner un ejemplo, el papel del cigarrillo electrónico en los programas de deshabituación tabáquica.
Yayoi Kawamura Kawamura y Andrea Fernández García (Arte y Humanidades). Yayoi Kawamura se benefició de una estancia temporal en la Universidad de Columbia donde pudo ampliar sus investigaciones sobre arte japonés. Andrea Fernández García hizo lo propio en la Universidad de California Los Ángeles sobre la literatura chicana en Estados Unidos.
María Teresa Fernández Abedul y Marta García Cortés (Ciencias). María Teresa Fernández Abedul se trasladó hasta la Universidad de Harvard, que ocupa el primer puesto en el ránking de Shangái, para avanzar en sus investigaciones de diagnóstico a coste cero con los mayores expertos del mundo en esta materia. Su colega júnior Marta García Cortés estuvo ampliando conocimientos en la Universidad de París Sur sobre el desarrollo de nuevos biomarcadores antitumorales que permiten detectar la enfermedad antes de la aparición de los primeros síntomas.