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VRBE III. La construcción histórica de la ciudad de Avilés. Exposición de la Universidad de Oviedo en la Casa Municipal de Cultura de Avilés

Del 24 de febrero al 31 de marzo la Casa Municipal de Cultura de Avilés acoge VRBE III, una exposición 'dedicada a la forma cambiante del plano de Avilés a lo largo del tiempo' con la que culmina un proyecto que se inició en Oviedo y continuó en Gijón. El equipo científico de la Universidad, coordinado por el profesor Miguel Calleja, mostrará a través de textos, planos, ortofotografías, fotografías y material audiovisual la evolución de una ciudad que nació como villa medieval, se convirtió en ciudad burguesa, pasó a ser ciudad industrial y experimentó en las últimas décadas las transformaciones propias del urbanismo democrático. 'Cada una de esas etapas tiene distintos protagonistas: individuales y colectivos, públicos y privados, civiles y eclesiásticos, locales, provinciales y estatales. Y el plano es la expresión física de la correlación de fuerzas sociales que en cada época actúan sobre la ciudad'.

VRBE III. La construcción histórica de la ciudad de Avilés / Producción: Universidad de Oviedo / Colaboran: Autoridad Portuaria de Avilés, Ayuntamiento de Avilés, Cronista Oficial de Avilés / Coordinador: Miguel Calleja Puerta / Ortofoto: José Ramón Fernández Prieto / Cartografía: Gaspar Fernández Cuesta, Miguel Calleja Puerta, Daniel Herrera Arenas / Textos: Miguel Calleja Puerta, Gaspar Fernández Cuesta / Fotografía y atlas aéreo: Observatorio del territorio. Departamento  de Geografía de la Universidad de Oviedo. Felipe Fernández García, Daniel Herrera Arenas,  David Olay Varillas y Cristina Fernández Bustamante / Visitas guiadas: Salvador Beato Bergua, Cristina Fernández Bustamante, Daniel Herrera Arenas, Ícaro Obeso Muñiz, David Olay Varillas, Héctor Rato Martín / Museografía: A Bulto Cultura / Horario: Martes a sábado: 11 a 13 y de 18 a 21 h. Festivos: 12 a 14

En palabras de Miguel Calleja, coordinador de la exposición, VRBE III muestra cuatro fases bien definidas en la evolución de la forma urbana de Avilés: la villa preindustrial, la ciudad burguesa, los tiempos de la industria y las transformaciones de la ciudad democrática.

La villa preindustrial

En torno al año 1100, el rey Alfonso VI privilegió con un fuero a los vecinos de Abillés, que pronto se establecieron en dos núcleos urbanos separados por un brazo de ría: la Villa y Sabugo. Nacía la primera villa portuaria del reino, en el extremo de un eje comercial norte-sur llamado a tener fortuna. Su perfil urbano viene dado por la construcción de una potente muralla a lo largo del siglo XII. Desde entonces, y hasta el siglo XIX, se configura como una villa portuaria y centro comarcal característico de la época preindustrial.

El aspecto más llamativo del Avilés preindustrial es la presencia invasiva de la marisma inundable que rodea la villa y llega hasta sus propios muros. Uno de sus brazos separa sus dos núcleos urbanos históricos, la villa y Sabugo, cuya acusada identidad es reconocible hasta nuestros días. Como contrapartida está el puente que los une, bien documentado a principios del siglo XIII, y en uno de sus extremos el espacio de mercado que es uno de los atributos de las ciudades medievales. Su nombre, plaza del Cai, subraya la naturaleza portuaria del Avilés medieval.

La ciudad burguesa

El siglo XIX planteó una profunda renovación de la forma urbana de Avilés. Sobre los vestigios de la ciudad histórica, el Estado liberal y el sistema caciquil ponen la ciudad y su entorno en manos de una burguesía que la moldea según sus intereses, en una etapa que se extiende hasta mediados del siglo XX.

La demolición de las estructuras del Antiguo Régimen tuvo también su traducción en la forma urbana de Avilés: la imponente muralla medieval fue derribada, y los conjuntos edificados de monasterios y conventos entraron en una larga agonía que terminó conduciendo a su escalonada desaparición.  La desecación de la marisma permitió la unión física de la villa y Sabugo y la construcción de un modesto muelle local. Las actividades comerciales vinculadas al carbón son las que moldean el crecimiento de Avilés. La burguesía local confía el futuro de la villa a la fortuna del puerto, y la influencia de las compañías carboneras extiende la red ferroviaria hasta la gran dársena de San Juan de Nieva, abriendo una duradera brecha entre el núcleo urbano y la ría. En el último tercio del siglo XIX, en un contexto de prosperidad, la población avilesina supera los 10.000 habitantes y la transformación urbana se acelera. 

La ciudad industrial

 

A mediados del siglo XX el entorno de la villa de Avilés experimentó un proceso súbito de industrialización que transformó por completo la fisonomía urbana. La repentina explosión demográfica condujo a un urbanismo de urgencia marcado por la falta de planificación, la carencia de infraestructuras y la segregación sociolaboral. Al finalizar la Guerra Civil Avilés seguía siendo una pequeña villa portuaria de limitada base industrial. La irrupción de algunas grandes industrias en las proximidades de la ría de Avilés modificó de manera sustancial la evolución de su forma urbana. Las grandes empresas optaron por la promoción de poblados de calidad variable más o menos próximos a las factorías, como expresión del paternalismo social de la época. Más allá de ellos, los polígonos de viviendas sociales y las promociones privadas acentuaron la tendencia a la disgregación del poblamiento en barrios deficitarios en infraestructuras. El resultado fue una amalgama de polígonos y poblados mal comunicados entre sí y con la villa de Avilés, que crecieron de forma espontánea en medio de una creciente degradación ambiental.

La ciudad de la democracia

La evolución del plano de Avilés en las últimas décadas está marcada por la tendencia a corregir los desequilibrios generados durante el desarrollismo mediante la integración de los barrios periféricos, la reordenación de los espacios urbanos e industriales, la recuperación ambiental y la mejora de las infraestructuras, pero la ciudad también ha vivido acentuados procesos de densificación y sustitución de edificaciones previas. El uso generalizado de los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU) marcó una nueva etapa en la evolución de las ciudades españolas. En Avilés, donde las consecuencias de la industrialización acelerada fueron particularmente acusadas, ese cambio de tendencia se aprecia a partir de los años ochenta. Al igual que en otras comarcas europeas afectadas por la crisis económica y por duras políticas de reconversión industrial, se adoptaron medidas de reactivación y diversificación económica, de conservación y recuperación de espacios naturales y de mejora de los espacios públicos. 

Fruto de esos esfuerzos ha sido una profunda transformación que ha acentuado su carácter urbano. En una época de escaso crecimiento demográfico, y con grandes baldíos interiores, la ciudad se ha expandido muy poco, y no han faltado agudos procesos de sustitución de edificaciones anteriores. Pero también se ha conseguido reducir en parte el grave problema que suponía la segregación espacial de los barrios marginales mediante la compactación de los espacios intersticiales. Paralelamente se han promovido medidas para reducir de manera drástica los elevados niveles de contaminación de épocas precedentes. Todo ello ha mejorado de forma sustancial su habitabilidad.

(Fuente: Extractos de los textos de Miguel Calleja para VRBE III)

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