El catedrático de Bioquímica y Biología Molecular recibió los atributos en una ceremonia en la que también fue investido el matemático Efim Zelmanov y que contó con asistencia del rector Vicente Gotor
El catedrático de Bioquímica y Biología Molecular Carlos López-Otín ha sido investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en un acto en el que también recibió esta distinción el matemático Efim Zelmanov. La ceremonia, celebrada en el Paraninfo del Palacio de la Magdalena, estuvo presidida por el rector de la UIMP, César Nombela, acompañado por los rectores Vicente Gotor (Oviedo); Manuel José López Pérez (Zaragoza, y también presidente de la CRUE); y Llorenç Huguet (Baleares).
La investidura contó con una amplia presencia de miembros de la Universidad de Oviedo. En representación institucional, también asistieron a la ceremonia los vicerrectores de Investigación y Campus de Excelencia Internacional, Paz Suárez Rendueles, y de Extensión Universitaria y Comunicación, Vicente Domínguez. Llenaron el Paraninfo alumnos y miembros del equipo de López-Otín, además de colegas del departamento, que quisieron arroparle en la ceremonia, y discípulos Efim Zelmanov en la Universidad de Oviedo, encabezados por el catedrático de Álgebra, Santos González, que ejerció de padrino del matemático.
Margarita Salas fue la encargada de glosar la trayectoria de bioquímico nacido en Sabiñánigo y afincado en Asturias y ofrecerle como madrina los atributos de Honoris Causa. López-Otín agradeció la distinción con un meditado discurso para recordar a sus maestros y animar a sus discípulos, en el que habló de ciencia y también de letras, con el tiempo como referente. Desde la concepción del tiempo de Aureliano Buendía en la obra maestra de García Márquez, ese concepto de que el tiempo no pasa, sino que da vueltas; a la palabra de Ángel González o al "largo verso interminable" que para Gerardo Diego era la vida.
Entre sus mentores, aludió a Eladio Viñuela y a la propia Margarita Salas, y recordó cuando volvió al Norte para formar en Oviedo su laboratorio. "Hace poco se cumplieron 28 vueltas alrededor del Sol", dijo. Se dirigió a los miembros del equipo de investigación y a sus alumnos, a quienes agradeció dos regalos: "Vuestras preguntas y vuestro tiempo, que es el don más precioso".
López-Otín repasó algunos de los hallazgos más importantes de su equipo sobre los genomas del cáncer, y algunas de las claves de la evolución humana, descubrimientos en los que han llegado a ver que "es posible invertir la flecha del tiempo y reprogramar el envejecimiento más extremo, como el de las mutaciones que portan algunos niños y que hacen que envejezcan demasiado pronto y demasiado rápido". Se refirió al envejecimiento como "una evolución natural que nos alcanza e iguala a todos". Y en este trayecto de investigación, "hemos utilizado la tecnología del tiempo para escribir historias de ratones y hombres", dijo en un guiño a la obra del Nobel Steinbeck. Miro al futuro, añadió López-Otín, y queda mucha 'terra incognita' que aún tenemos que estudiar.
El bioquímico aludió al Honoris Causa, "un honor tan extraordinario como este lo recojo sabiendo que es una invitación a la esperanza y también una invitación a seguir explorando los caminos cada día en busca del conocimiento porque, como dijo Severo Ochoa, tal vez lleguemos a experimentar de vez en cuando la gran emoción de descubrir".
Efim Zelmanov, que en 2008 recogió los atributos como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Oviedo, ingresó el claustro de la UIMP de la mano del catedrático Santos González, que reivindicó la trayectoria científica del homenajeado como " la actividad de un genio matemático" que ha logrado poner solución al Problema Restringido de Burnside --planteado en 1902 por el matemáticos inglés William Burnside--, motivo por el cual fue galardonado con la Medalla Fields. Zelmanov defendió las matemáticas y su alto prestigio en la sociedad e indicó que "la búsqueda de la belleza y la armonía es una motivación tan fuerte como las posibles aplicaciones".
Zelmanov habló de los "lazos muy estrechos y profundos" que mantiene con la matemática española y afirmó que las Matemáticas son "diferentes" al resto de las ciencias. Precisó que mientras en las ciencias naturales el "criterio de verdad" se basa en que cuando se afirma algo, debe ser confirmado por experimentos, en matemáticas ese criterio es "su majestad la demostración". Por su parte, el rector de la UIMP, César Nombela, cerró el acto con un elogio a la trayectoria de los nuevos Honoris Causa y recordó que han sido investidos por sus "brillantes hallazgos" en medicina y matemáticas.