El ciclo de cine contemporáneo que organizan conjuntamente la Universidad de Oviedo y el Centro Niemeyer continúa el viernes 23 de enero con el pase de 'Maïdan', que ofrece al espectador un testimonio y un análisis fílmico de los acontecimientos políticos y sociales que se han vivido en Ucrania en estos últimos años. Será a las 20 horas en el Aula Severo Ochoa de LAUDEO Centro Cultural de Extensión Universitaria (C/ San Francisco, 1), con entrada libre y gratuita hasta completar aforo.
Maïdan / Año: 2014 / Duración: 128 min / País: Ucrania / Director: Sergei Loznitsa / Fotografía: Sergei Loznitsa y Serhiy Stefan Stetsenko / Género: Documental
Maïdan es la plaza central de Kiev, la capital ucraniana. Desde noviembre de 2013, ciudadanos de todas las edades y todas las confesiones se reúnen allí para protestar contra el régimen del presidente Yanoukovitch, que sería obligado a dimitir a finales de marzo de 2014.
"En contraste con muchos documentales realizados sobre un evento histórico, Maïdan seguirá vigente más allá de la actual turbulencia ucraniana como un testigo imperioso y una respuesta paradigmática a un momento trascendente, demasiado fresco para ser procesado en su totalidad. El director Sergei Loznitsa, criado en Kiev, vuelve a sus raíces de no ficción y utiliza casi exclusivamente tomas fijas filmadas desde diciembre de 2013 a febrero de 2014, captando de manera emotiva y minimalista la trayectoria de la protesta, eufórica primero, sitiada después" (Jay Weissberg, Variety).
"Y esta enorme gesta de Loznitsa, que construyó una épica pudorosa sin exaltaciones ni efectismos, no se priva de la lucidez política y mucho menos de la emoción, tal como se trasluce en la potente escena final, cuando los cantos fúnebres del pueblo ucraniano homenajean a los caídos durante los tres meses que duró la toma de la Plaza de la Independencia. El brillo de las pantallas de los celulares nos habla de una revolución que fue acompañada, minuto a minuto, a través de las redes sociales. Pero Maïdan, que se erige con autoridad como uno de los grandes documentales políticos de los tiempos que corren, ratifica que solo la cámara de cine parece poder exigir su potestad como registro fidedigno del motor que impulsa el cambio y las transformaciones sociales" (Marcela Barbaro y Pablo Castriota, El espectador imaginario).