El viernes 9 de enero, a las 20 horas en el Aula Severo Ochoa de LAUDEO Centro Cultural de Extensión Universitaria (C/ San Francisco, 1), se reanuda el ciclo de cine contemporáneo 'El Niemeyer en la Universidad de Oviedo' con el pase de 'Jauja', película ganadora del Premio FIPRESCI del Festival de Cannes 2014, que toma como eje argumental la búsqueda, por parte de un militar danés destinado en la Patagonia, de su hija perdida. Entrada libre y gratuita.
Jauja / Año: 2014 / Duración: 101 min / País: Argentina / Director: Lisandro Alonso / Guion: Lisandro Alonso y Fabián Casas / Música: Viggo Mortensen, Buckethead / Fotografía: Timo Salminen / Reparto: Viggo Mortensen, Viilbjørk Mallin Agger, Ghita Nørby / Género: Drama
En la antigüedad, se creía que Jauja era una tierra mitológica de abundancia y felicidad. Se emprendieron muchas expediciones para tratar de encontrar el lugar y comprobarlo. Con el tiempo, la leyenda creció de forma desproporcionada. Indiscutiblemente, la gente exageraba, como de costumbre. Lo único que se sabe con seguridad es que todos aquellos que intentaron encontrar este paraíso terrenal se perdieron.
"Lisandro Alonso huye de la caligrafía minimalista y detenida de buena parte de sus anteriores trabajos, para diseñar ahora lo más parecido a una Odisea existencial. No en balde, se trata de su película más ambiciosa. No faltan ni las estrellas internacionales, ni la fotografía esmerada a cargo del finlandés Timo Salminen (el mismo de Kaurismaki) que encuadra no solo el paisaje sino la propia geografía del alma de su protagonista. Estructurada en tres partes, Jauja viaja desde la extrañeza de un hombre desplazado en mitad de ninguna parte hasta su más absoluta soledad. Y en ese trayecto, digamos desde la física de lo hostil a la metafísica del vacío, no es difícil reconocerse. Ante la pantalla, de golpe, la maravilla y la confusión de los espejos, de los laberintos y del propio cine" (Luis Martínez, "El cine y los espejos", El Mundo).
"Jauja tiene un indiscutible aroma de western, pero no se parece a ninguno en concreto. Una imagen, la de Mortensen partiendo a caballo, puede recordar, también por su extraordinaria iluminación (…) a La legión invencible, otra a las rocosas películas de Budd Boetticher y otras, por el tono existencialista, a Monte Hellman. Pero Jauja es única e intransferible. Más que una película, una experiencia sensorial, de hipnótica belleza y árida fascinación. Pocas veces la integración del hombre en la naturaleza ha sido expresada de manera visual tan potente (…). ¿El tema? Tal vez el diálogo entre barbarie y civilización, en todo momento cortocircuitado por bruscas digresiones (…) o inesperadas rupturas, como la radical secuencia final, que produce la sensación de haber cambiado de película sin previo aviso. Inolvidable" (Jordi Batlle Caminal, "Jauja: una árida fascinación", La Vanguardia).