Quino, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, inaugura la muestra en el Centro Cultural LAUDEO y prueba una de las recetas preparadas por cocineros de la Asociación de Restaurantes de Fomento de la Cocina Asturiana
La Universidad de Oviedo ha abierto sus puertas a Mafalda, el emblemático personaje de Joaquín Salvador Lavado, Quino, con motivo de la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Quino ha sido el encargado de inaugurar una exposición y recorrer un taller de sopas elaboradas por restauradores asturianos que han podido degustar cientos de personas en el patio del Centro Cultural LAUDEO, en el Edificio Histórico de la institución académica.
Acompañado por el rector, Vicente Gotor; el vicerrector de Extensión Universitaria y Comunicación, Vicente Domínguez; y la directora de la Fundación Príncipe de Asturias, Teresa Sanjurjo, Quino ha recorrido la muestra que incluye algunas de las viñetas más famosas en los 50 años de historia de Mafalda. La exposición Quino por Mafalda estará abierta al público en el Claustro de LAUDEO hasta el 29 de noviembre.
Una vez en el patio del Edificio Histórico, el Premio Príncipe de Asturias ha podido probar una de las de recetas de sopa elaboradas para la ocasión por cinco cocineros de la Asociación de Restaurantes de Fomento de la Cocina Asturiana que asumieron el reto de preparar un plato que le pudiese gustar a Mafalda. El taller de sopas repartió 500 raciones de cada sopa al numeroso público que acudió a la cita para homenajear a Quino y a su popular personaje.
El menú de sopas ha sido ideado por los once componentes de la asociación: Laura Antón (La Goleta), Javier Antón (Casa Conrado), Elías Fernández (Palacio de las Nieves), Miguel Loya (Balneario de Salinas), Javier Loya (Deloya), Luis A. Martínez (Casa Fermín), Pedro morán (Casa Gerardo), Roberto Riginelli (La Pondala), Juan Rivero (Casa Tataguyo), Rodrigo Roza (La Taberna del Zurdo), Juan R. Sánchez (Del Arco) y Abel Terente (El Asador de Abel). Aunque finalmente, han sido cinco los cocineros que han puesto sobre los fogones el encargo, en una idea que el propio Quino ha valorado como "original, simpática y cariñosa. Me alegro de haber creado sin quererlo una cosa tan linda".